El tiempo en que el pediatra todo lo sabía
y representaba la máxima autoridad científica frente a los enfermos ha pasado
a mejor vida. No hace demasiadas décadas, los médicos sentábamos cátedra y no
había paciente que rebatiera nuestras sentencias, estuvieran fundamentadas o no
en la evidencia científica. Hoy en día, gracias a Dios, la situación ha cambiado
radicalmente y el profesional sanitario es una pieza más dentro del entramado
de información al cual acude un paciente en busca de respuestas referentes a su
salud. Huelga decir que la aparición de una herrramienta como Internet ha
democratizado el acceso de la población general a cualquier tipo de información
por específica que esta sea. De todos es bien sabido que este hecho hizo saltar
al principio (y todavía hoy en día) algunas chispas entre pacientes y
profesionales pues estos últimos no estábamos acostumbrados a que se
discutieran nuestras decisiones o conocimientos. La reacción inicial era la de
"prohibir" a nuestros pacientes que buscaran en Internet cualquier
información relacionada con su salud, que para responder a cualquier cuestión
ya estábamos nosotros. Craso error, no se pueden poner puertas al campo.
Con los años, esta visión ha ido virando (lentamente, eso sí) y muchos
profesionales sanitarios han entendido finalmente que los pacientes y sus
familias son aliados con los cuales hay que compartir información,
conocimientos y decisiones. Que si Internet está abierta a todo el mundo,
también lo está para los trabajadores de la salud y que hemos tenido la suerte
de asistir y vivir en directo el cambio de una era, un cambio comparable a la
teletransportación o a los coches voladores. Por tanto, debemos asumir que la
actividad laboral cotidiana de cualquier sector profesional no se entiende hoy
en día sin la disponibilidad de los recursos que ofrece la red. La sanidad en
general y la pediatría en particular no escapan a esta máxima y los
profesionales de la salud debemos ser los primeros en utilizar dichos recursos.
Ello nos permitirá estar mejor formados e informados con la lógica consecuencia de proporcionar una mejor atención sanitaria.
Felicidades por aceptarlo. Como tu dices, no se puede poner puertas al campo.
ResponderEliminarEspero que te funcione bien lo de convertir Internet en un aliado y que patochadas como los antivacunas, bisfenoles y demas paranoias que corren por allí no te den dolores de cabeza